Inflación
La inflación es el efecto que hace que en un país, los precios de bienes y servicios aumenten con el tiempo.
Llamamos inflación al período de tiempo en el cual, debido a diversas causas económicas, los precios de los bienes y servicios de un país aumentan. Aunque normalmente lo asociamos a un efecto pernicioso en la economía, esto no ha de ser así y depende de si el poder adquisitivo del país también sube. Por ello, la inflación puede ser tanto positiva como negativa para un país.
La inflación es un término económico para referirse a la subida de precios en un país. Decimos que es una subida que se suele medir en un año, y la consideramos así cuando es un crecimiento generalizado y estable. Si en menos de un año, el precio de los productos y servicios fluctúa abruptamente, no hablamos de esto si no que reflejaría una economía inestable.
Por lógica, cuando sucede lo contrario (es decir, los precios bajan), hablamos de deflación. Ambos escenarios pueden ser tanto buenos o malos, y esto depende del poder adquisitivo del ciudadano.
Por ejemplo, si nuestro país sufre una inflación pero nuestro poder adquisitivo se mantiene, probablemente el país esté inmerso en una crisis económica y no es una buena noticia. Si cobramos 1.500€ y el precio de la gasolina sube de 2€ a 2,5€, sin variar nuestro sueldo, perderemos poder adquisitivo y el país se empobrecerá.
No obstante, la deflación también puede ser negativa, ya que si los precios bajan, nuestros productos y servicios perderán valor a nivel internacional, haciendo al país menos competitivo, a no ser que el consumo debido a la deflación repunte la economía nacional y la sanee.
La inflación puede ser causada por los diferentes factores, que pueden ser negativos o positivos:
Casi cualquier inflación puede ser positiva o negativa aumenta con el poder adquisitivo, rara vez son positivos. Esto sucede especialmente con las inflaciones monetarias y las de costes de materias primas, que han sido las desencadenantes de muchas grandes crisis.
Otro riesgo son las burbujas financieras, unas inflaciones normalmente artificiales destinadas a «explotar», causando pérdidas; por ejemplo la burbuja inmobiliaria en España de principios del 2000.