Burbuja Inmobiliaria
Una Burbuja Inmobiliaria es cuando se produce un aumento descontrolado y exagerado del precio de la vivienda.
Una Burbuja Inmobiliaria es un término económico que hace referencia a una subida desproporcionada, basada en la especulación, del precio de la vivienda. Se la conoce como burbuja ya que, al igual que una burbuja, cuando crece demasiado llegará un momento en el que explote. Económicamente, esto significa que cuando el precio de la vivienda aumenta a niveles totalmente ajenos a la economía del país, se producen crisis o «estallidos» de la burbuja que harán que los precios se desplomen debido a la falta de poder adquisitivo.
Las Burbujas Inmobiliarias tienen una manera de surgir y «explotar» bastante similar en todos los casos. De hecho, son fenómenos económicos bastante predecibles, pero muy difíciles de controlar una vez se han desencadenado.
Todo surge cuando suben los precios de los bienes raíces. Esto puede suceder por varios motivos:
Las burbujas inmobiliarias empiezan a documentarse a principios de los años 90 en la mayoría de los países industrializados de occidente, Asia y América principalmente, aunque se han dado en la práctica totalidad de los continentes, en mayor o menor medida.
La gran burbuja inmobiliaria estalla en 2006, desencadenando en la famosa crisis del 2008 que afectó a la economía global.
La Burbuja Inmobiliaria en España ha sido especialmente importante en nuestra historia, al haber contribuido en una de las peores crisis de los últimos años y especialmente dado el modelo económico español, muy centrado en la construcción y llamado en ocasiones «economía del ladrillo».
La burbuja en España se inicia en 1997, y su origen sigue siendo objeto de polémica. Mientras que el Banco de España lo achaca, precisamente, a una excesiva corrección de los precios a inicios de los 90, que condujo a una demanda desproporcionada y a su consecuente aumento del precio. Mientras tanto, otros defienden que se inició en 1985 con la generación baby boom y la nueva prosperidad económica.
Lo cierto es que ésta burbuja castiga España de manera notable cuando estalla en 2006, activando la consecuente crisis del 2008. La destrucción de muchos trabajos relacionados con el ladrillo produjo altas tasas de paro, con lo cual la economía se resintió considerablemente.