La Amortización, cuando nos referimos a la acción de amortizar un pago, es adelantar la totalidad o parte del mismo antes de la fecha estipulada en nuestro contrato. Normalmente, cuando hablamos de amortizar el préstamo, nos referimos a pagar cuotas o parte del importe antes de tiempo, o incluso su totalidad, lo que sería a efectos prácticos una cancelación o devolución del préstamo.
Amortización de un préstamo
Digamos que hemos contratado un préstamo de 1.000€ a pagar en 1 año con un 10% de interés. Estaremos pagando mensualmente una cuota de 110€. A los 6 meses de estar pagando la cuota, hemos recibido ingresos extra en nuestra cuenta bancaria de 550€, lo cual es exactamente lo que nos quedaría por pagar del crédito.
En este caso, podríamos hacer dos cosas:
Amortizar el resto del capital pagando los 550€ de golpe. De esta manera, nos libraríamos de toda la deuda, habiendo eliminado el préstamo de nuestra lista de preocupaciones mensuales.
Amortizar parcialmente el capital. En este caso, dado que es el cumpleaños de nuestro sobrino, decidimos amortizar dos cuotas del préstamo con 220€. Nos quedarían por pagar entonces 4 cuotas en lugar de 6.
Es importante saber que a la hora de hacer una amortización parcial, muchas financieras nos ofrecen disminuir la cuantía de las cuotas restantes en lugar de disminuir el número de cuotas. ¿Qué hacer en este caso? Sencillo. Si puedes, disminuye las cuotas. Recuerda que la TAEes un índice anual. Si mantienes las cuotas, aumentarás de esta manera la TAE, haciendo que el crédito se encarezca. No obstante, puede que tus ingresos mensuales hayan mermado y prefieras pagar menos importe en las cuotas restantes, pero ésto siempre ha de hacerse en caso de extrema necesidad ya que es pagar más por tu crédito a lo largo del tiempo.
¿Cuándo amortizar parcialmente o totalmente?
En términos puros de ahorro, siempre es más económico amortizar totalmente. Claro que amortizar un préstamo de 40.000€ de golpe si sólo hemos estado pagando tres meses, va a ser extremadamente difícil. Por ello, te ponemos, por orden, lo mejor que puedes hacer en cada circunstancia.
Si tienes capital para amortizar todo el préstamo, hazlo. No lo pienses dos veces. Ya sea que te ha tocado la lotería o has ingresado mucho este mes como autónomo, la devolución adelantada siempre es la mejor opción. Suele ser tentador tener mucho dinero en la cuenta y, al acostumbrarnos a tener ese importe de gastos fijos, pensar que podremos seguir viviendo siguiendo con la cuota. Pero piensa que, especialmente en estos tiempos, nuestra economía puede fluctuar.
Si vas a amortizar parcialmente, elimina cuotas. Como hemos dicho antes, el porcentaje de los intereses se mantendrá en tu cuota independientemente de que su importe baje. Por ello, en términos económicos, rebajar la cuota «encarecerá» el importe total que vas a devolver.
Sólo si no puedes seguir pagando una cuota como antes, reduce su importe. Este caso, aunque parezca improbable recibir una gran suma de dinero para después ver nuestros ingresos mensuales mermados, tiene un ejemplo bastante común: el paro. Si nos han despedido e indemnizado, pero el importe de la misma no llega a cancelar totalmente nuestra deuda, puede que ésta sea tu única opción.
Comparamos préstamos de 100 a 10.000 euros con diferentes tipos de intereses, desde el 0% hasta el 390%. Como ejemplo, un préstamo de 1.000€ a un plazo de dos años, con un TAE del 79,38% tiene unos intereses de 737,61€. Cantidad total a devolver 1.737,61€.
TAE mínimo 0% - TAE máximo 390%. Devuélvelo en un plazo desde 3 a 72 meses.
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