Cada vez más personas optan por renunciar a herencias debido a los costos asociados, pero esta decisión no siempre libera de obligaciones tributarias. Descubre qué impuestos podrían aplicar si eliges renunciar a una herencia y cómo manejar esta situación de manera eficiente.
En el panorama actual, renunciar a una herencia es más común de lo que imaginas. Según estadísticas del Consejo General del Notariado (CGN), el año 2021 registró un aumento notable del 25% en las renuncias, rompiendo la tendencia a la baja del año anterior y recuperando la trayectoria ascendente que se sostiene desde 2007, cuando se iniciaron estos registros.
Basándose en cifras del CGN, se rechazaron 56,557 herencias el año pasado, contrastando con la disminución del 6.5% en 2020. Este crecimiento progresivo en las renuncias se ha mantenido desde 2007, a excepción de 2020. En poco más de una década, las renuncias a herencias en el país se han cuadruplicado, pasando de 11,809 en 2007 a 48,239 en 2019. Por ello, podemos ver que los impuestos al renunciar a una herencia se han ido asumiedo por parte de la población.
Factores clave en al renunciar a una herencia
La fiscalidad de las herencias y las potenciales cargas económicas que los herederos podrían asumir al aceptar las propiedades y deudas del fallecido son factores cruciales que explican esta tendencia. Al aceptar una herencia, no solo se adquieren los activos del fallecido, sino también las deudas contraídas en vida. Además de estas deudas, que tienden a incrementarse en momentos de crisis económica, los herederos enfrentan el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, y en el caso de propiedades, el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía municipal).
Esta carga tributaria debe saldarse en un plazo máximo de seis meses desde el fallecimiento del legatario, lo que en ocasiones puede causar complicaciones a los herederos, especialmente si deben afrontar las deudas pendientes del fallecido.
Dadas estas circunstancias, muchos optan por renunciar a la herencia para evitar un resultado más perjudicial que beneficioso. Sin embargo, esta decisión no siempre exime de responsabilidades fiscales.
Impuestosal remunciar a una Herencia
Contrariamente a lo que se pueda pensar, la renuncia a una herencia no garantiza exención de impuestos. Dependiendo del momento y el método de renuncia, el heredero aún podría estar obligado a pagar impuestos. A continuación, te explicamos cómo llevar a cabo una renuncia a una herencia y cuáles son los posibles impuestos a considerar.
Definición y Distribución de la Herencia
Una herencia comprende los bienes, derechos y obligaciones legadas a alguien por un fallecido. Esta masa patrimonial se divide en tres partes: la legítima, la mejora y la libre disposición. A pesar de la posibilidad de designar herederos en un testamento, la ley establece una porción que debe destinarse obligatoriamente a familiares directos, denominados «herederos forzosos» o «legitimarios».
Según el Código Civil, los herederos forzosos son, en orden:
- Hijos y descendientes respecto a sus padres y ascendientes.
- Padres y ascendientes respecto a sus hijos y descendientes, en ausencia de descendientes.
- El viudo o viuda, quienes reciben derechos de usufructo en lugar de bienes.
La proporción hereditaria de un heredero forzoso varía según su relación con el fallecido y la comunidad autónoma en la que resida. A grandes rasgos, en España se divide de la siguiente manera:
- Hijos y descendientes tienen derecho a dos tercios del patrimonio hereditario de los padres, con una parte de este libremente repartible.
- Padres y ascendientes tienen derecho a la mitad del patrimonio hereditario, o un tercio si el cónyuge sobrevive.
- Cónyuges reciben una cuantía establecida por ley basada en la existencia de descendientes y ascendientes del fallecido.
La legítima corresponde a los herederos forzosos y es inalienable. La mejora es una parte disponible para mejorar la herencia de los descendientes. La libre disposición permite al testador repartir bienes de manera libre.
Impuestos al Recibir una Herencia
Al aceptar una herencia, los herederos deben afrontar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que grava las transferencias entre individuos mediante herencias o donaciones. Las Comunidades Autónomas gestionan este impuesto, pudiendo determinar tipos impositivos y descuentos. Este tributo varía según la situación económica del beneficiario y su parentesco con el difunto.
El impuesto oscila entre el 7.65% y el 34%, dependiendo de la base liquidable. Además, si se hereda un inmueble, se suma el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (plusvalía municipal). Este impuesto local grava el aumento del valor de terrenos urbanos desde su adquisición hasta su transmisión, herencia o donación.
Los herederos cuentan con un plazo de seis meses (ampliable a un año con prórroga) desde el fallecimiento para abonar estos impuestos.
Cómo Renunciar a una Herencia
Si un heredero decide renunciar a una herencia, puede hacerlo de dos formas: mediante una renuncia pura y simple (repudiación) o mediante una renuncia traslativa, cediendo la herencia a un tercero.
Repudiar la Herencia
La renuncia pura y simple significa que el heredero no acepta los bienes legados. En este caso, no se le considera sucesor y, por tanto, no debe asumir deudas pendientes. Además, no está sujeto al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, evitando impuestos. Esta renuncia se formaliza en un documento notarial.
Renuncia en Favor de Terceros
La renuncia en favor de terceros implica ceder la herencia a otra persona. Aunque el heredero cede sus derechos, la Agencia Tributaria considera que ya ha recibido la herencia y cedido posteriormente. Esto duplica la carga impositiva, ya que tanto el renunciante como el beneficiario deben pagar impuestos.
En definitiva, la decisión de renunciar a una herencia requiere considerar los aspectos fiscales involucrados y optar por la vía más beneficiosa. Aunque renunciar puede parecer una solución, no siempre es libre de impuestos, especialmente en el caso de renuncias en favor de terceros. Antes de tomar cualquier decisión respecto a los impuestos al renunciar a una herencia, es aconsejable buscar asesoramiento legal y financiero.
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