Si estás pensando en comprar una casa, enhorabuena. No obstante, tienes que tener claro qué hipoteca puedes permitirte antes de dar el gran paso, ya que una hipoteca es un compromiso prácticamente de por vida, por lo que tendrás que pensar bien qué hipoteca puedes permitirte.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué necesito para contratar una hipoteca?
- Cómo elegir tu casa ideal
- ¿Cómo saber qué hipoteca me puedo permitir?
- Preguntas y Respuestas
¿Qué necesito para contratar una hipoteca?
Lo primero que necesitas para contratar una hipoteca es, obviamente, escoger tu casa ideal. Te explicaremos cómo puedes encontrarla en el siguiente capítulo, pero antes de que te embarques, debes saber que necesitas cumplir un mínimo de requisitos para pedir una hipoteca.
Para poder optar a una hipoteca, deberás cumplir los siguientes requisitos:
Entrada del 20% al 30%
No importa lo que te prometan; ninguna entidad bancaria otorga un préstamo hipotecario al 100%. Todas ellas pedirán un mínimo del 20% del precio total de la vivienda por adelantado. Esto es tanto para que la entidad sepa que eres una persona capaz de ahorrar, como para proporcionar una garantía de que contratas un importe asumible.
Ingresos recurrentes y estables; qué hipoteca me puedo permitir
Si estás desempleado, tienes ingresos muy bajos o trabajas de manera temporal, no podrás adquirir una vivienda. Como decimos, una hipoteca es un compromiso de décadas, por lo que antes de contratar la hipoteca, tendrás que esperar a tener un puesto fijo, ingresos estables demostrables y además que éstos sean suficientes para costear la hipoteca.
Historial crediticio limpio
Una Hipoteca es un compromiso que durará décadas en la cual el banco nos otorgará un importe elevado. Por ello, un cliente que forme parte de ASNEF, o que en si historial consten varios impagos, no otorgará ninguna confianza ni seguridad a la entidad bancaria. Antes de pedir un préstamo hipotecario, asegúrate de haber saneado tus cuentas, saldado tus deudas y tener tu historial limpio. Puedes pedir un préstamo de reunificación de deudas para ello.
TAE mínimo 0% - TAE máximo 390%. Devuélvelo en un plazo desde 3 a 72 meses.
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Tener aval o garantía
Aunque puede que el banco no lo solicite explícitamente, ayuda mucho disponer de un aval o garantía. Puede que sea un avalista, como algún familiar, o bien alguna segunda propiedad que poseas. Ésto funcionará como garantía para el banco de que, en caso de impago, podrán recuperar su inversión.
Tener una edad acorde; qué hipoteca me puedo permitir
No existe un requisito legal de edad máxima para pedur una hipoteca, pero por razones obvias, si tenemos 70 años no podremos hipotecarnos a 30 años, por muchas garantías que poseamos. Sé realista respecto a la hipoteca que puedes contratar acorde a tu edad, y aunque toma tiempo tener una economía estable, tampoco esperes demasiado si puedes permitírtelo.
Cómo elegir tu casa ideal
Como indicamos en el punto anterior, lo primero es elegir bien la vivienda que queremos. Una vivienda es, normalmente, una elección para toda la vida con la que tenemos que sentirnos cómodos pero también ser realistas con lo que podemos adquirir. Por ello, para escoger tu vivienda ideal, te sugerimos seguir los siguientes pasos:
- Haz un presupuesto. Calcula tus ingresos y la mensualidad que estás dispuesto a pagar. Como normal general, si estás de alquiler, deberías optar a contratar una hipoteca del mismo o menor importe mensual en su cuota. Endeudarte por una mayor cantidad puede ser peligroso, a no ser que estés seguro de que puedes costearte la cuota. Sé flexible con el presupuesto, pero no demasiado.
- Escoge un área acorde. A veces nos obsesionamos con vivir en el centro o en áreas con un precio elevado sin realmente ser conscientes que hoy en día, vivir en el centro de una ciudad es muy prohibitivo. Valora áreas cercanas a tu lugar de trabajo, valora qué importante es para ti tener los bares, restaurantes o museos cercanos. Piensa por contra cuánto tiempo pasarás en tu casa y lo importante que es que dicho espacio sea comfortable.
- Renuncia a ciertas cosas. A no ser que tengamos un alto poder adquisitivo, una casa céntrica, espaciosa, luminosa y en buen estado es difícil de conseguir a buen precio. Valora tus prioridades. Si eres una persona que pasa el día fuera de casa, puede que no sea tan relevante que ésta sea luminosa o tenga una habitación extra para usar de gimnasio. Si sueles teletrabajar, quizá una casa más espaciosa pero más alejada del centro es mejor opción. Considera tus necesidades y prioriza a qué estás dispuesto a renunciar, ya que probablemente tengas que hacerlo.
- Piensa en el futuro… pero no demasiado. Si tienes claro que vas a tener hijos, una habitación extra es necesaria. Pero quizás no deberías intentar conseguir una casa con tres habitaciones más debido a que planees tener exactamente tres hijos. Está bien considerar factores futuros, como si puedes ser capaz de pagar la hipoteca sin la ayuda de tu pareja, pero tampoco acabas pagando más por escenarios que pueden tardar décadas en suceder.
- No te cierres en banda. Sé flexible. Lo principal a la hora de escoger una vivienda es ser capaz de ver las ventajas de una casa que no es exactamente la que querías, así como mantener ciertas prioridades intactas.
Con esta guía pretendemos que tengas en cuenta ciertas pautas. No obstante, lo más importante se resume a dos puntos. En primer lugar, adorar tu vivienda y, en segundo, ser capaz de pagarla. Tu casa y tu deuda serán vitalicias, por lo que has de estar contento con ambas.
¿Cómo saber qué hipoteca me puedo permitir?; qué hipoteca me puedo permitir
Tenemos una buena noticia; la mayoría de las veces es el mismo banco quien, a través de sus estudios, podrá decirte si puedes o no optar a una hipoteca. En un préstamo hipotecario, ambas partes están interesadas en devolver el crédito, pero los bancos suelen tener más experiencia y mejores herramientas para valorar a qué hipoteca podemos optar.
No obstante, entendemos que a veces puede ser frustrante que no nos concedan una hipoteca que estamos seguros que podemos devolver. Esto sucede especialmente cuando no tenemos un trabajo asalariado común, si no que nuestra nómina depende de ventas o porcentajes, o bien somos autónomos.
Si crees que te puedes permitir una hipoteca que tu banco rechaza, puedes tomar las siguientes medidas.
- Concertar una cita con un agente bancario. Muchas aplicaciones online pueden ser muy genéricas e ignorar ciertos factores que estás seguro que jugarán a tu favor. Concerta una cita con un agente bancario y explica tu situación.
- Justificar ingresos extra. Puede que tengas otra propiedad que te genere ingresos o cualquier otro tipo de ingreso extra que no has podido presentar en la solicitud. Justifícalos al banco y espera su aprobación.
- Presentar un aval. Si tienes un familiar o un bien que puedes presentar como aval, no dudes en hacerlo. Eso sí, piensa que la opción de perder dicho bien o traspasar la deuda es posible, por lo que hazlo sólo si puedes asumir que dicho escenario se produzca.
- No te mientas a ti mismo. No tomes riesgos ni confíes en cosas que no son totalmente certeras, como inversiones que tengas o promesas laborales. Muchas veces nos toca asumir que no podemos optar a la hipoteca que queremos.
Preguntas y Respuestas
Generalmente, no existe una cantidad mínima para pedir una hipoteca. No obstante, si vamos a pedir menos de 100.000€, es probable que pedir un préstamo persona, si contamos ya con una entrada, nos salga más barato.
Ningún banco otorga el 100% de la hipoteca. Siempre tendremos que adelantar una entrada a la misma, que normalmente se sitúa en un 20% del valor de la vivienda.
Ya sean 300.000€ o 3 millones de euros, lo que pagarás por la hipoteca siempre depende de dos factores fundamentales; entrada y plazos. Cuanto más adelantes en la entrada, menos pagarás, y cuanto menor sea el plazo de la hipoteca, también. No obstante, a menor plazo de amortización, más alta será la cuota.
Para recibir una hipoteca, lo normal es que adelantemos al banco un 20% del precio total de la hipoteca. Tras esto, el banco te otorgará la hipoteca cubriendo el 80% restante del valor de la vivienda.