Muchas veces asumimos conceptos como ciertos de manera errónea, y la mejor arma contra una sorpresa inesperada o la letra pequeña es el conocimiento. Con la TAE nos suele pasar que, erróneamente, asumimos que se trata simplemente de los intereses que pagaremos sobre el préstamo o la hipoteca solicitada, y esto es parcialmente erróneo.
La TAE, o Tasa Anual Equivalente, es un cálculo matemático que refleja el TIN (Tipo de Interés Nominal), que es el porcentaje del crédito que pagaremos al banco por su servicio, sumado a otro tipo de comisiones como las de apertura o cancelación. Esta fórmula suma estos factores y nos devuelve una aproximación al porcentaje anual que pagaríamos sobre dicho préstamo. Es importante saber que se trata de un porcentaje anual, no el total.
Diferencias entre TAE y TIN
Puede llegar a parecer quela TAE es el mejor indicador para saber cuánto nos cobrará el banco. Y esto es cierto, ya que es un índice que, por ley, los bancos y prestamistas están obligados a mostrar, y que como usuarios nos servirá mucho más que el TIN, ya que al no incluir ciertas comisiones, siempre será inferior. Así que efectivamente, es mejor guiarnos por la esta que por el TIN, ya que el TIN excluye todo tipo de comisiones extra.
¿Significa esto que la TAE es el porcentaje que refleja lo que vamos a pagar al año exactamente? Sí y no, ya que hay escenarios en los que puede fallar, y puede salirnos más barato o más caro que lo indicado.
Cómo puedes acabar pagando más caro
Por una parte, especialmente en productos como hipotecas, la TAE sigue omitiendo algunos posibles gastos asociados al crédito, pero que no forman parte del mismo. Por ejemplo, la contratación de un notario, un seguro vinculado a la vivienda o el bien adquirido mediante el préstamo. Como ves, no son gastos del préstamo en sí, pero son gastos asociados con la solicitud del préstamo. En este caso, puede que acabemos pagando más que lo reflejado, aunque sea en otros conceptos que no son directamente el préstamo. Además, al ser un índice anual, cuanto más tardemos en pagarlo, más se encarecerá el préstamo, como por ejemplo si decidimos refinanciar nuestra deuda.
Cómo puedes acabar pagando más barato
Por otro lado, en productos como los minicréditos, la TAE es engañoso y da peor fama aún a este tipo de productos, ya que es normal ver índices de TAE que superan el 1.000%. Esto sucede porque la TAE es un índice anual, que se basa en lo que nos costaría abonar el crédito en el plazo de un año. Al ser productos cuyos plazos de pago suelen ser de días o pocos meses, esto no significa que vayamos a pagar 100 veces nuestro crédito. Por poner un ejemplo, si pedimos un minicrédito de 100€ a 30 días por el que pagaremos 10€ de intereses, aunque realmente hayamos pagado un 10% de comisiones, pasado a un índice TAE estaríamos pagando un 125%.
Recordamos igualmente que los minicréditos suelen ser productos algo más caros que los créditos personales, ya que entre otras cosas suelen ser préstamos que aceptan ASNEF y la financiera asume un riesgo extra, pero están muy lejos de hacernos pagar cientos de veces el importe solicitado.
Cómo puedes calcular el TAE de un préstamo
Su cálculo está basado en el tipo de interés compuesto y en la hipótesis de que los intereses obtenidos se vuelven a invertir al mismo tipo de interés. La TAE nos permite comparar distintas ofertas de préstamos o créditos, con independencia de sus condiciones particulares.
Tendrás que calcular el porcentaje TAE del importe total adeudado. Por ejemplo, el 10% de 1000€ serán 10€; La TAE de este préstamo será de 10€ en un año. Por lo tanto, si el préstamo es a 2 años, pagaremos 200€ en total. Para saber cuánto pagarás mensualmente, divide este total entre las mensualidades. También puedes simplemente restar del importe total adeudado el importe del préstamo; el restante son las comisiones.
Puedes calcular esto en nuestra calculadora.
TAE mínimo 0% - TAE máximo 390%. Devuélvelo en un plazo desde 3 a 72 meses.