A la hora de pedir un préstamo, tenemos que tener muchos factores en cuenta para asegurarnos que podremos realizar la devolución sin problemas. Y elegir la cuota es una de las claves. Aunque el primer impulso sería pagar una cuota baja, ¿Es siempre recomendable pedir préstamos a largo plazo o mejor a corto? Te sacamos de dudas.
Tabla de Contenidos
- Préstamo a largo plazo; pros y contras
- Préstamo a corto plazo; ventajas y desventajas
- ¿Qué oferta elegir?
- Preguntas y Respuestas
Préstamos a largo plazo; pros y contras
Cuando hablamos de pedir grandes importes, ya sea un préstamo personal para un proyecto de grande importancia o un préstamo hipotecario, lo más normal es que acabemos pidiendo un préstamo a largo plazo.
Alargar en el tiempo el préstamo tiene la función de proporcionarnos una cuota mensual mucho menor que si pagásemos el préstamo en el menor tiempo posible. Cuando hablamos de decenas o cientos de miles de euros, es algo casi inevitable, habiendo hipotecas de hasta 40 años.
Estos préstamos, además, suelen ofrecernos una TAE inferior. Esto es debido a que la TAE es un índice anual, lo que significa que es lo que pagaremos respecto al préstamo cada año, no en total. Por ello, cuanto más se demore el crédito, más pagaremos, aunque la TAE sea menor.
Por ello, este tipo de préstamos tienen como ventajas una menor cuota y una TAE menor, pero por contra, acabaremos pagando más intereses, ya no sólo por alargarlo en el tiempo si no por el importe a solicitar.
Préstamos a corto plazo; ventajas y desventajas
Cuando contratamos un crédito a corto plazo, generalmente vamos a ahorrar mucho dinero en intereses. SI bien la mayoría de créditos a corto plazo son microcréditos rápidos que devolverás en cuestión de días, su tasa de interés suele ser mucho más elevada.
Si tenemos mentalidad ahorradora, seguramente intentaremos devolver el préstamo lo antes posible ya que a menor plazo de devolución, menos gastos en intereses. Claro que no siempre es posible.
Igualmente, las financieras no se arriesgan y los créditos a partir de cierta cuantía no nos dejarán devolverlos en menos de una cantidad mínima de plazos. Recuerda que siempre podrás amortizar parcial o totalmente el préstamo.
Además, la mayoría de préstamos rápidos ofrecen el pago de la deuda en una sola cuota, cuando hablamos de créditos de menos de 300€, por lo que tendremos poco margen para aplazarlo. No obstante, un préstamo de 9.000€ difícilmente lo amortizaremos en menos de 1 año.
¿Qué oferta elegir?
Dependiendo del caso, te puede interesar tomar un préstamo a largo plazo o a corto plazo. Has de tener varios factores en cuenta, que pasamos a explicarlos.
Deberías pedir un préstamo a largo plazo si:
- Tus ingresos pueden variar. Así, bajarás la cuota y no te ahogarás en la deuda.
- Se trata de un importe alto. Pagar cuotas increiblemente altas puede meternos en un apuro y terminar forzándonos a tomar luego un préstamo de reunificación de deudas.
- Realmente no puedes pagar una cuota mayor. No contrates la cuota más baja solo porque puedas. Acabarás gastando más en intereses.
Dicho esto, deberías de pedir un préstamo a corto plazo si:
- Se trata de una puntualidad. Puede que necesites 150€ para mañana y cobres en tres días. En tal caso, lo mejor es liquidarlo cuanto antes.
- Se trata de bajo importe. Endeudarse por meses por una cantidad de menos de 1.000€ nos llevará a pagar demasiados intereses.
- La cuota es muy pequeña. Si el plazo dado por el prestamista te devuelve una cuota que podrías subir, deberías intentar ajustarla hasta un importe que estés cómodo pagando, pero ahorre cuotas.
Preguntas y Respuestas
Se trata de préstamos que devolveremos en un plazo de mínimo 6 meses, y suelen aplicarse a préstamos personales de más de 3.000€ o hpotecas. Tienen una TAE baja, pero al tener más cuotas, pagaremos más en cuanto mayor sea el número de cuotas.
Pide un préstamo a largo plazo si la cantidad es tal que, si lo devuelves a corto plazo, la cuota se hace inasumible para tus ingresos regulares.
Se trata de préstamos urgentes, generalmente de menos de 1.000€, a devolver entre 15 días o 3 meses. Suelen tener una única cuota, o no más de tres, además de tener altas tasas de intereses.
Si se trata de una puntualidad que estás seguro que podrás asumir, o cuya cuota es tan baja que podrías duplicarla sin ahogarte en deudas, deberías acortar el plazo de tu préstamo lo máximo posible.
Es la fecha límite pactada en la que se debe devolver un préstamo. Un préstamo queda cancelado cuando se cumple con las obligaciones pactadas y, con la devolución íntegra del capital financiado más los intereses.
TAE mínimo 0% - TAE máximo 390%. Devuélvelo en un plazo desde 3 a 72 meses.