Muchas veces no tenemos clara qué táctica seguir para pagar menos por nuestro préstamo. Cancelación o amortización del préstamo, plazos… son factores importantes, pero normalmente solemos fijarnos en que tenga un TAE bastante bajo, ya que pensamos que esto representará el importe que pagaremos. Esto es parcialmente cierto, pero hemos de recordar que el TAE es un porcentaje, y solicitar un préstamo con un TAE bajo simplemente significa que la proporción que pagaremos es menor.
Parece sencillo, ¿verdad?. No obstante, el porcentaje que pagaremos no es siempre el único factor a tener en cuenta. Por desgracia, normalmente se nos olvida un pequeño detalle: el tiempo.
Los plazos en los préstamos
Pongamos un dos ejemplos. Necesitamos 1.000€ para poder terminar de amueblar nuestro nuevo piso. Decidimos usar un comparador de préstamos y encontramos dos financieras diferentes. Vemos pues que Banco A nos ofrece un préstamo al 10%, mientras que Banco B nos ofrece otro al 12%. La opción parece fácil, pero no siempre el TAE más barato significará pagar menos.
Decidimos pues tomar el préstamo del Banco A. Vemos que dicho banco tiene como plazo mínimo una devolución en 12 meses, ya que se trata de un banco tradicional especializado en préstamos grandes. Esto significa que pagaríamos 100€ en intereses al final del año. Sin embargo, entramos en el Banco B, y vemos que el plazo mínimo es de 3 meses. Recordamos que el TAE es un índice anual, por lo que si lo devolvemos en 3 meses, no pagaríamos 120 euros… se quedaría en 30 euros.
Como vemos, el plazo en el que pagamos nuestros créditos influye mucho en la cantidad que vamos a pagar respecto al mismo. Lo importante es que aprendas bien que el TAE siempre es el porcentaje anual. Por ejemplo, los micropréstamos nos asustan ya que pueden tener TAEs de cientos o miles… pero es debido a que se pagan como mucho en tres meses. Si pides 300€ al 1.000% pero lo pagas en 3 días… estás pagando menos de 70 euros en intereses. Aunque proporcionalmente sea alto, no significa que pagues 1.000 veces tu préstamo.
¿Qué es la amortización de un préstamo?; Amortización de un préstamo
Una vez tengamos claro las consecuencias de adelantar o atrasar los plazos de nuestros préstamos y cómo afecta al importe final a pagar, es cuando debemos aprender cómo amortizar o cancelar un préstamo puede ser una de nuestras mejores armas a la hora de ahorrar en nuestros créditos.
Cuando hablamos de cancelar o amortizar un préstamo, hablamos de liquidarlo antes del plazo estipulado. Esto significa que adelantaremos cuotas o partes del importe. Más simplificado aún: pagaremos mensualmente más de lo que hemos contratado.
Volviendo al ejemplo del crédito de 1.000€ al 10%, digamos que no tenemos otra opción que tomar ese crédito con plazos de un año como mínimo. Podríamos devolverlo en menos tiempo, pero la financiera no nos deja contratar menos plazos. No obstante, la mayoría de los bancos y prestamistas permiten la cancelación o la amortización de préstamos… así que decidimos tomarlo, una vez confirmamos que podemos amortizar dicho préstamo, conscientes de que en 6 meses tendremos la deuda liquidada. Pagaremos entonces la mitad de intereses que si simplemente pagamos la cuota.
¿Cuándo puedo o debo amortizar un préstamo?
Como decimos, la gran mayoría de los bancos permiten la amortización o cancelación, ya sea parcial o total, de un préstamo. No obstante, algunos aplican cierta comisión, o permiten que esto se haga sólo a partir de cierto plazo. Por ejemplo, un banco podría permitir la cancelación total o parcial con un interés del 3% o a partir del sexto mes. Evidentemente aquí tendrás que hacer los cálculos para ver si te sale a cuenta, pero es raro el caso en el que no sea preferible.
Respecto a cuándo deberías amortizar, siempre dependerá de tu situación. Te ponemos varios ejemplos:
- Si puedes pagar una cuota mucho mayor mensualmente. En este caso siempre recomendamos amortizar el crédito mensualmente para liquidarlo cuanto antes. No solo ahorraremos, si no que estaremos listos ante cualquier imprevisto. Aunque sean unos pocos euros más, eso puede significar restarle una cuota al año.
- Si recibes un dinero extra. Por ejemplo, si tienes una doble paga, recomendamos que la inviertas en quitarte el préstamo de encima. Puede que te toque ahorrar en regalos de navidad o en viajes, pero te quitarás un peso de encima y evitarás pagar más.
- Si tus ingresos son inestables y tienes una buena racha. Si eres un freelance en temporada alta o bien tu trabajo es algo incierto, aprovecha cuando los ingresos sean abundantes. Lo lamentarás en épocas de vacas flacas.
Amortizar plazos vs. amortizar importe; Amortización de un préstamo
Aunque lo más común es amortizar el número de cuotas, en ocasiones tendremos la posibilidad de poder amortizar el importe de la misma. Es decir, que si en un préstamo de 1.000€ a un año con cuotas de 100€, amortizamos 200€, podremos decidir restar dos cuotas al año o, en este caso, mantener las 12 cuotas pero rebajarlas a 83,3€ al mes.
Esta opción no es la ideal a la hora de ahorrar, ya que al mantener el plazo, no ahorramos ningún importe. El TAE, al mantenerse el préstamo durante un año, seguirá siendo el mismo, y no conseguiremos reducir nuestra deuda ni un euro.
No obstante, puede que necesitemos acudir a esta opción. Quizá el préstamo que hemos escogido se nos está haciendo difícil de asumir, ya sea porque hemos calculado mal nuestros gastos o porque nuestros ingresos han disminuido. En esta circunstancia, si recibimos unos ingresos extra podemos seleccionar esta modalidad. En esta situación, podría ser ventajoso para nosotros.
Nuestro consejo es simple. Si puedes permitirte mantener el importe de la mensualidad, siempre ahorra en el número de cuotas. Pero si el importe de la misma se te hace inasumible, no dudes en rebajarla.
TAE mínimo 0% - TAE máximo 390%. Devuélvelo en un plazo desde 3 a 72 meses.