En la actualidad, y gracias a las nuevas tecnologías, el negocio crediticio se ha expandido de manera exponencial. Hace tan sólo diez años, a la hora de pedir un préstamo, lo primero que hacíamos era acudir al banco de toda la vida. No obstante, cada vez existen más tipos de prestamistas como alternativa de crédito. Te los mostramos.
Definición de prestamista
Antes que nada, es vital definir qué es un prestamista y cuál es su función en un contrato de préstamo. Y es que aunque parezca sencillo en la mayoría de los productos, a veces puede llevar a confusión.
Para empezar, es vital no confundirlo con el prestatario, ya que son antagónicos. Un prestamista es la entidad física o jurídica que emitirá el préstamo y pondrá a disposición el capital contratado. Es decir, es quien prestará el dinero. Por contra, el prestatario es quien lo recibirá, y deberá devolverlo con los intereses acordados. En resumen, es quien pide el dinero.
Por tanto, el prestamista es quien dará el préstamo y normalmente cobrará comisiones por el mismo. La obligación contractual del prestamista es realizar el ingreso y indicar de manera clara y transparente las condiciones de la devolución del capital contratado, indicando plazos, intereses y un cuadro de amortización con el capital total contratado.
Tipos de prestamistas bancarios
A la hora de hablar de prestamista, lo primero que se nos viene a la cabeza es un banco. Y es que por tradición, las entidades bancarias han sido las entidades a las que el ciudadano ha acudido más a menudo.
Lo que tienen en común todos los prestamistas bancarios es estar regulados por el Banco de España. Por un lado, son las entidades que suelen prestar préstamos de mayor volumen como las hipotecas, además de ofrecer un tipo de interés bastante bajo. Por contra, su principal negocio no son los préstamos, por lo que suelen limitar la concesión de créditos a sus clientes de otros productos, como cuentas bancarias.
Dentro de los prestamistas bancarios, podemos encontrar los siguientes tipos:
- Bancos. Las entidades bancarias de toda la vida. Son entidades financieras que disponen principalmente de depósitos, cuentas bancarias y productos de crédito como tarjetas, préstamos o hipotecas. Ten en cuenta que, independientemente del nombre de tu tarjeta de crédito, la banca emisora es la prestamista en dicho caso. Estos bancos también incluyen sucursales en España de bancos extranjeros, como Deustsche Bank o ING.
- Cajas de Ahorros. Un tipo de entidad casi extinta tras la crisis del 2008. Se trataba de pequeños bancos cuyas ganancias debían ser reinvertidas en causas sociales, y comúnmente se trata de fundaciones de carácter regional.
- Cajas Rurales y Cooperativas de Crédito. Similares a las cajas de ahorro, pero focalizadas en ciertos gremios y sectores, además destinan parte de sus ingresos a los propios miembros de las cooperativas.
Prestamistas particulares y de capital privado
A parte de las entidades bancarias reguladas por el Banco de España, existen los prestamistas privados. Estos son de lo más variado e incluyen el principal rival de la Banca: las financieras.
Los prestamistas de capital privado pueden ser los siguientes:
- Establecimientos Financieros de Crédito (Financieras). Son los grandes competidores de la banca tradicional. Se trata de entidades cuyo negocio principal es el crédito, y no los depósitos bancarios. Han de seguir igualmente la legislación vigente, pero especialmente con el auge de las financieras online y su deslocalización, cada vez son más independientes del Banco de España. Ejemplos más tradicionales son los de Cetelem, financiera con décadas de historia en nuestro país, mientras que las fintech como Fintonic son brókers de crédito centrados en préstamos rápidos online.
- Empresas. Muchas empresas funcionan también como prestamistas, aunque la cesión de crédito no sea su principal negocio. Un ejemplo rápido es cuando una empresa realiza un adelanto a un empleado; a efectos prácticos, está siendo su prestamista. Otro ejemplo bastante común es cuando una empresa financia a otra esperando una inversión de vuelta.
- Particulares. Otra opción poco conocida es la cesión de préstamos entre particulares. Esta práctica puede tener una finalidad de lucro por parte del prestamista, aunque lo más normal es que sea un contrato entre amigos o familiares. Este contrato de préstamo entre particulares se formaliza tanto para tener las cuentas claras con Hacienda, como para proteger al prestamista del impago.
- Crowdlending. Este novedoso método de préstamos consiste en la inversión por parte de particulares en entidades de crédito online. En este método, poco regulado hasta el momento, el prestamista legal es la entidad de crédito que cede el préstamo, pero de facto, el prestamista son todos los particulares que invierten de manera online en el préstamo, esperando un retorno en intereses.
Banco de España y prestamistas públicos
Hasta ahora hemos hablado de prestamistas cuyos intereses están dirigidos a obtener algún beneficio económico a través de la concesión de créditos. A excepción de los préstamos entre particulares, que pueden tener un carácter altruista, el resto de prestamistas esperan obtener un rédito mediante el préstamo, ya sea en intereses o como inversión en el prestatario.
No obstante, existen los prestamistas de carácter público, cuya finalidad no es enriquecerse mediante la concesión de créditos, si no promover y estimular la economía e industria nacional. Estos son varios ejemplos:
- Banco de España. Aunque el Banco de España se suele limitar a legislar, mediar y supervisar a los bancos en España, también puede actuar de prestamista. Por supuesto en estos casos hablamos de préstamos no a particulares, si no a otras instituciones, como al FMI. No obstante, el carácter el Banco de España es más de mediador que de prestamista.
- Instituto de Crédito Oficial o ICO. Una institución pública que sí que tiene un carácter definido como prestamista es el Instituto de Crédito Oficial o ICO. Este organismo, que depende del Banco de España, se encarga de actuar como prestamista para empresas y autónomos, estimulando así la creación de tejido empresarial en España.
Preguntas y respuestas
Los prestamistas son quienes, en un contrato de préstamo, cederán el capital a prestar. En resumidas cuentas, son quienes entregan el dinero del préstamo y a quien habrá que devolvérselo, sumando los intereses correspondientes.
Cualquier persona física o jurídica puede actuar como prestamista. Desde el Banco de España a nuestro padre, pasando por la banca tradicional y los préstamos online, cualquier figura que ceda dinero a un tercero de manera temporal es un prestamista.
La tasa de interés de los préstamos variará en cada caso, pudiendo ser nula o alcanzar niveles mucho más elevados. Por normal general, se considera que una TAE mayor al 25% es considerada usuraria por el Banco de España, pero muchos minicréditos ofrecen una TAE mayor al ser préstamos que se pagan en pocos días.
En un contrato de préstamo entre particulares, el prestamista tiene la misma responsabilidad que en cualquier otro contrato de crédito. Ha de especificar las condiciones, intereses y plazos de devolución, así como entregar la cantidad acordada en el plazo pactado en el mismo contrato.
TAE mínimo 0% - TAE máximo 390%. Devuélvelo en un plazo desde 3 a 72 meses.