El EBITDA o Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization es uno de los indicadores financieros principales que tenemos que tener en cuenta a la hora de calcular la rentabilidad de nuestra empresa. Este cálculo nos permite conocer la rentabilidad de nuestro negocio de manera más objetiva que tomando simplemente los beneficios.
Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization
Normalmente, cuando pensamos en calcular cuán rentable es nuestro negocio o servicio, lo primero que pensamos es en calcular las ganancias que nos proporciona. Aunque éste es el fin de un negocio, proporcionarnos ganancias, una idea puede ser rentable aunque no produzca ganancias en primera instancia.
Por ello, es un índice crucial para conocer lo exitoso que es nuestro negocio. Este índice, acrónimo de Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization,(Beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), calcula la ganancia bruta de la empresa.
Aunque parezca que no es relevante saber cuánto generará nuestra empresa sin restar gastos, piensa que si nuestra idea de negocio presenta pérdidas al inicio, no siempre es debido a que tenga baja rentabilidad. Puede estar sujeto a amortización de capital requerido para arrancar la actividad, o demás gastos que generarán liquidez en el futuro.
Por ello, tener un EBITDA calculado y apuntando a una alta rentabilidad es una manera de conocer si realmente el negocio en sí es rentable, omitiendo gastos como impuestos, amortizaciones de préstamos o demás.
Calcular el EBITDA
El cálculo es bastante sencillo, al ser un cálculo del beneficio bruto de la explotación empresa. Por ello, para calcularlo simplemente deberemos sumar todo el beneficio directo obtenido por el negocio y restar los gastos intrínsecos del mismo. Es decir, no deberemos sumar capital extra como las provisiones, si no el bruto resultante de la explotación, ni restar otras cuestiones como los impuestos.
Lo difícil de calcular el EBITDA es más bien lo que debemos y no debemos restar. En resumidas cuentas, las cantidades que debemos excluir son todas las cuestiones financieras y tributarias, así como de los asientos contables de depreciación y amortización.
El ejemplo más sencillo de lo que debemos restar son los impuestos. Estos no reflejan la rentabilidad del negocio per se, si no la carga tributaria impuesta. Pero sí debemos restar, por ejemplo, los gastos de mantenimiento. Esto es debido a que lo que sí resta son los costes de los bienes vendidos y costes de administración.
Tipos de EBITDA
Dependiendo del resultado del cálculo del EBITDA, éste se puede clasificar en dos tipos de EBITDA diferentes.
- EBITDA positivo: A priori, uno positivo es un buen resultado. Esto significa que la rentabilidad productiva del negocio es alta, por lo que sin duda nuestra idea de negocio es exitosa. No obstante, esto no significa que tengamos liquidez. Además. los detractores del uso del EBITDA argumentan que esto también puede ser síntoma de sobreendeudamiento o apalancamiento, debido a que este no cuenta los gastos financieros.
- EBITDA negativo: Uno negativo siempre representará un mal resultado de rentabilidad. Si bien siendo positivo existe aún la posibilidad de que no genere liquidez, y este problema se podría solventar con diferentes políticas tributarias, financieras o contables, partir de uno negativo siempre será un mal indicador. Algo en nuestro negocio no funciona y ha de ser cambiado.
Como todo, tiene sus detractores. Y es que, como has visto, un EBITDA positivo no significa necesariamente tener alta liquidez. Se ha de disponer de las herramientas necesarias para paliar al mínimo los gastos que no se han asociado. Eso sí, podremos decir que nuestra idea de negocio es rentable.
Preguntas y respuestas
El EBITDA es el cálculo de la explotación en bruto de nuestro negocio, y se emplea para calcular de manera objetiva la rentabilidad del mismo sin tomar en cuenta obligaciones tributarias, contables y financieras.
El EBITDA se calcula sumando las ganancias totales de la empresa, restando sólo los gastos de los bienes producidos y de administración, pero sin tomar en cuenta gastos extra como carga impositiva, depreciación o amortización.
El EBITDA, según sus defensores, nos da una idea más objetiva de la rentabilidad de un negocio basado puramente en su capacidad de crear ganancias brutas, dejando de lado gastos que pueden ser solventados en el futuro. Es decir, es una manera de medir cuál exitoso puede ser un negocio sin tomar en cuenta cargas económicas ajenas a la naturaleza del mismo.
EBITDA significa Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization, cuya traducción al castellano sería «Beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones».
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