– El Bitcoin rompió sus máximos históricos este mes, superando los 62.000 dólares
– Bancos como Morgan Stanley están ofreciendo fondos de Bitcoin a sus clientes top.
Llevan ya varios años y no dejamos siempre de escuchar lo mismo. O bien que las criptomonedas son el futuro de la economía o que se trata de una inversión basada en la especulación realizada por novatos. Sea cual sea nuestra opinión, lo innegable es que las criptomonedas parece que de momento empiezan a consolidarse como inversión de alto riesgo, independientemente de lo sensato que pensamos que son como herramientas de inversión o de su usabilidad real.
No estaban muertas, estaban… siendo minadas
En 2018 ya hubo un boom de las criptomonedas cuando alcanzaron por entonces su máximo histórico, rozando la barrera de los 20.000 dólares. Pero, como sus detractores predijeron, la burbuja estalló haciendo que la criptomoneda bajase a la mitad de su precio en apenas dos meses. El Bitcoin es el «oro» de las criptomonedas y es la que suele representar el estado de salud en general de las criptomonedas en general, por lo que su caída arrastro al resto de productos.
Aquel boom hace ya 3 años estuvo respaldado por las palabras de excéntricos como el fundador del antivirus John McAfee, un excéntrico recientemente acusado de fraude relacionado con las criptodivisas. Pero esta vez las cosas parecen más serias.
Para empezar, los indicadores no vienen de excentricidades, si no de empresas serias. Morgan Stanley ofrece fondos a clientes top en Bitcoins, la integración en plataformas como Paypal o Visa, entrada de inversores experimentados en el mundo del BTC… ¿Y por qué sucede esto? Porque los bitcoins se están acabando.
Los Bitcoins se acaban y empiezan a ser útiles
Recordemos que los Bitcoins son limitados, y aún se están minando, pero parece que queda poco para acabar. Para no entrar en tecnicismos, pensemos que los Bitcoins son como las reservas de oro de una mina, aquí entra el boom criptomonedas. Al principio los bitcoins eran extremadamente baratos no sólo por su novedad, escepticismo o desconocimiento, si no porque era sencillo minarlos. Es decir, es como si entramos en una mina y cavamos los primeros metros, encontrando innumerables pepitas.
Pero con el tiempo, encontrar los Bitcoins, o las «pepitas», se hace más difícil. Hay que cavar más profundo, y cuando antes con cavar 2 metros encontrabas varias pepitas, ahora se requieren kilómetros para dar con una. Lo mismo pasa con el minado de Bitcoins; se necesitan máquinas más potentes y mayor tiempo, hasta el punto de que la empresa de tarjetas gráficas Nvidia ha lanzado una gama de productos centrados en el minado. Cada vez encontrar un Bitcoin es más caro, por lo que el precio de la moneda en sí sube.
Ahora bien, ¿Y cuando se acaben? Es la eterna pregunta. Unos dicen que su precio subirá a niveles inimaginables, motivo por lo que muchos no dudan en desembolsar los 60.000 dólares que puede costar uno hoy en día. Pero para otros, es entonces cuando la burbuja estallará, ya que de momento, la usabilidad del Bitcoin es marginal.
Sólo el tiempo dirá quién lleva la razón. Lo cierto es que no sólo se trata de que se estén acabando, si no de que, esta vez, si dan muestras de usabilidad más allá de la deep web por ello es lógico que exista el boom criptomonedas.
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