Tarjetas Revolving
Las tarjetas revolving son tarjetas que crean deudas acumulativas a más de un mes de manera predeterminada, a diferencia de las de crédito.
Son tarjetas de crédito que, por defecto, crean una deuda aplazada a más de un mes, con sus consecuentes intereses. Se diferencian de las tarjetas de crédito comunes debido a que éstas nos dan opción a sacar a débito y suelen pasar el cargo a final de mes, mientras que las tarjetas revolving funcionan más como un minicrédito.
Es, en esencia, una tarjeta de crédito. No obstante, se trata de un producto relativamente nuevo, una variante que funciona de manera diferente a las tarjetas de crédito tradicionales.
Con una tarjeta de crédito normal, lo común es que realicemos compras y se nos pase un extracto a final de mes con las operaciones realizadas con la tarjeta, aplicando una comisión (aunque algunas no lo hagan) al siguiente mes en nuestra cuenta, tras cobrar también lo gastado.
Normalmente, las tarjetas de crédito nos cargaban el recibo más la TAE el siguiente mes, y podrían cobrarnos comisiones si retirábamos en efectivo de un cajero, y siempre si retirábamos a crédito (es decir, no de nuestra bancaria si no directamente de la línea de crédito de la tarjeta, generando así una deuda).
La diferencia entre las tarjetas de crédito normales y la revolving es que éstas últimas, por defecto, aplazan las compras que realicemos a más de un mes, y siempre aplican comisiones. Como hemos dicho, las tarjetas de crédito, si liquidamos el extracto al mes entrante, pueden no cobrarnos comisiones. Pero las tarjetas revolving siempre lo harán.
Para pagar una deuda aplazada, existen dos modalidades::
La tarjetas revolving en sí no son un producto abusivo. Es más, las tarjetas de crédito siempre han tenido la posibilidad de aplazar los pagos, cargando una comisión por ello. Pero seguramente habrás escuchado que las tarjetas revolving son fraudulentas.
Esto es debido a que el Tribunal Supremo consideró varias tarjetas revolving como usurarias al superar el 25% TAE, lo cual se suele considerar un tipo de interés usurario. Pero usadas con moderación y siempre siendo conscientes de la TAE final que pagaremos, las tarjetas revolving no son intrínsecamente abusivas.
Ahora que conoces las diferencias, si estás pensando en contratar una tarjeta de crédito o una revolving, la respuesta es sencilla: elige una tarjeta de crédito.
Esto es tan sencillo como que si nuestra tarjeta de crédito nos permite aplazar pagos, lo cual es lo más común, ya tendremos un sistema revolving al que podremos acudir. Ten en cuenta que las revolving no dejan de ser tarjetas de crédito, así que si tienes opción a contratar lo segundo incluyendo pagos aplazados, no lo dudes.