Plazo
Un plazo es el periodo de tiempo en el cual debemos amortizar una deuda contraída, normalmente mediante mensualidades.
Un plazo es un periodo de tiempo establecido contractualmente. Cuando hablamos de préstamos, la palabra plazos puede hacer alusión al periodo de duración del contrato del préstamo, así como al número de cuotas periódicas que hemos acordado con la entidad financiera para devolver la deuda.
Jurídicamente hablando, un plazo es el tiempo legalmente establecido para que un contrato tenga vigencia. Es siempre cierto, es decir, ha de llegar en algún momento estipulado y no puede no ocurrir, ya que hay unas fechas fijadas. Estas fechas pueden ser de inicio y/o de fin, y el plazo es el periodo existente entre dichas fechas.
Existen diferentes tipos de plazos según el contexto. No obstante, a continuación te mostraremos algunos ejemplos del mundo de las finanzas en los que la palabra plazo es más utilizada.
En finanzas, cuando hablamos de plazos podemos referirnos a diferentes tipos de periodos de tiempo. Estos son algunos de los que nos encontramos habitualmente:
Un plazo hace referencia a un periodo de tiempo, mientras que término es un momento determinado o el fin del mismo. Además, este último es medible por cualquier unidad de tiempo (día, hora, minuto, etc.). Puede ser inicial (término inicial) o final (término final).
Aunque ambos conceptos se refieren a una idea de tiempo, lo hacen de manera distinta. Un término no es lo mismo que los plazos. No obstante, todo plazo tiene, al menos, un término. Por ejemplo, se pacta un contrato de un año (plazo) que comienza el 1 de enero (término inicial) y concluye el 31 de diciembre (término final). Precisamente, los plazos pueden determinarse por sus términos. Por ejemplo, si el término es fijo, el plazo será también fijo.
Por último, cabe destacar que los plazos son normalmente de carácter improrrogable. Es realmente el término del plazo el que puede prorrogarse.