Ley de Segunda Oportunidad
La ley de segunda oportunidad es una ley con el cometido de eximir de cargas financieras excesivas a colectivos sensibles o víctimas de cláusulas abusivas.
La ley de segunda oportunidad (también conocida como mecanismo de segunda oportunidad) es una ley que se aprobó en 2015 con el objetivo de eximir deudas, aligerar cargas financieras y otras medidas para personas en apuros financieros graves. Esta ley es aplicable tanto a personas físicas, autónomos o particulares en caso de insolvencia.
La ley de segunda oportunidad permite cancelar la deuda pendiente tras una subasta y la ejecución de un inmueble, como es el caso de las hipotecas. Es importante que tengamos en cuenta que no podemos acogernos a esta ley para cancelar deudas contraídas con la Seguridad Social o la Agencia Tributaria.
Es importante que tengamos en cuenta que el acreedor podrá solicitar la revocación del beneficio de exoneración en los cinco años siguientes. En el caso de que el fallo sea a favor de los acreedores, el deudor deberá hacerse cargo nuevamente de las deudas pendientes. Esta revocación puede fundamentarse en que, por ejemplo, la situación del deudor mejore sustancialmente o el deudor tenga ingresos o bienes ocultados.
Sin embargo, si pasados los cinco años el acreedor no solicita la revocación, automáticamente se procederá a la exoneración de la deuda de manera definitiva.
Cualquier particular o autónomo puede acogerse a la ley de segunda oportunidad siempre y cuando cumpla los siguientes requisitos:
Como podemos ver, solamente podremos acogernos a esta ley si la negociación con el acreedor falla. Además, debemos tener en cuenta que es un proceso lento, complejo y, irónicamente, costoso, ya que deberemos contratar a un abogado especialista en derecho concursal.
Por otro lado, para poder acogernos a la ley, no podemos tener una deuda superior a los cinco millones de euros.
El elemento principal de la ley de segunda oportunidad es el acuerdo extrajudicial de pagos. Con este acuerdo, se reestructuran las deudas para que se pueda pagar la deuda total o parcialmente y de manera viable en un plazo máximo de cinco años. Debes recurrir a él obligatoriamente ya que se considera una muestra de buena fe, ya que muestras que quieres negociar una forma de satisfacer tus deudas.
En caso de que el acuerdo extrajudicial fuese aprobado, es de obligado cumplimiento. Si no fuese aprobado, podrás solicitar el beneficio de exoneración de la deuda.