Hipoteca
Una Hipoteca es el préstamo cuyo fin tiene la adquisición de un inmueble.
Una Hipoteca es un tipo de préstamo, generalmente otorgado por bancos, destinado únicamente a la adquisición de una vivienda. Aunque no deje de ser un tipo de préstamo personal, las Hipotecas sólo se aplican a la compra de viviendas y tienen unas pautas y reglas bastante más establecidas que el resto de préstamos al consumo.
Hoy en día, adquirir una vivienda sin hipoteca es prácticamente imposible si no somos millonarios. Por ello, es uno de los productos más contratados a la par que rentable para las entidades, motivo de su fuerte regulación y control.
Aunque parezca una invención relativamente moderna, has de saber que debemos el nombre de Hipoteca a la Grecia Clásica, en concreto a la palabra hypoteke, que significa «algo que está oculto». No obstante, el modelo moderno de Hipoteca se lo debemos al Derecho Romano, con la conocida como prenda, un modelo muy similar a la Hipoteca actual.
No se establece del todo éste sistema hasta la Edad Media, cuando nace el feudalismo y con él el concepto de propiedad privada como lo entendemos. Cuando no era posible conceder tierras a un noble, se usaba la hipoteca como regalo por los servicios del vasallo en cuestión.
Pero no es hasta los años 80, cuando desaparecen las letras, y se inician las Hipotecas tal y como las conocemos hoy en día.
Normalmente, las Hipotecas suelen seguir el mismo proceso en todos los casos. Cuando un cliente de un banco encuentra una casa o propiedad que quiere adquirir, debe dirigirse al Banco (no tiene que ser en el que tenga su cuenta corriente, aunque es lo normal) y solicitar su Hipoteca.
Lo normal es que el banco exija al cliente tener un 20% del importe total de la propiedad como adelanto y garantía para dar la Hipoteca. Una vez el banco reciba dicha cantidad, se procederá a pactar un plazo, que suele rondar entre los 20 y 40 años. Tras pactar el plazo, tendremos que abonarlo mensualmente.
Como indicamos en un principio, las Hipotecas están fuertemente reguladas. Esto es debido a que sus abusos y laxitud a la hora de otorgarlos fueron uno de los detonantes de la crisis del 2008. Por ello, hoy por hoy se calcula su precio a partir del Euríbor, un índice de carácter Europeo.
Además, existen sistemas judiciales que nos pueden garantizar que no hayamos contratado un producto abusivo, como fue el caso de las Hipotecas con IRPH, las cuales solían contar con contratos poco claros, opacos y precios abusivos.