Las Criptomonedas llevan ya unos años entre nosotros, pero para muchos siguen siendo unas grandes desconocidas. Eso sí, todos hemos oído tanto esas historias de gente que se convirtió millonaria invirtiendo unos pocos euros, o quienes lo perdieron todo en plena fiebre.
Por desgracia, el tiempo y este tipo de historias ha desvirtuado tanto el término que comúnmente se nos olvida que las criptomonedas son una nueva tecnología, cuyo fin principal suponía reemplazar la obsoleta moneda.
En el fondo, el sistema monetario actual podría considerarse obsoleto. Pensándolo bien, en el mundo de las nuevas tecnologías, que nuestro poder adquisitivo lo representen papeles y monedas suena arcaico.
Origen de las Criptomonedas
Para rastrear el origen de las criptomonedas, tenemos que irnos mucho más lejos de lo que pensamos. Fue David Chaum en 1983 quien creó la primera criptomoneda, el eCash. No obstante la primera criptomoneda que nace tal y como la conocemos, es el famoso Bitcoin, en 2009. Su creador es todo un misterio, ya que obedece al nombre de Satoshi Nakamato, pero hasta donde sabemos, es simplemente el pseudónimo de una persona o un colectivo.
Es entonces cuando se empieza a definir la criptomoneda. Según Jan Lansky, deben cumplir los siguientes seis requisitos:
- El sistema no necesita una autoridad central. Así, su estado es mantenido a través de un consenso distribuido.
- El sistema mantiene todas las unidades y su propietario.
- El sistema define si se pueden crear nuevas unidades. En este caso, el sistema debe definir las circunstancias de su origen y cómo determinar el propietario de las nuevas unidades.
- Solo se puede asegurar la propiedad de una unidad a un usuario de manera criptográfica.
- El sistema permite las transacciones de unidades, en las cuales se cambia el propietario de dichas unidades. Una transacción solo puede ser efectuada si se puede probar el actual propietario de estas unidades.
- Si se efectúan dos transacciones sobre las mismas unidades, el sistema solo ejecuta una de ellas.
El principio inicial de estas criptomonedas era una tecnología de divisas más segura, fiable y menos susceptible al control de los gobiernos, todo ello a través de la Tecnología de Cadena de Bloques o Blockchain, una tecnología que hace, según sus defensores que las criptomonedas sean prácticamente imposibles de hackear, mas seguras incluso que el dinero común.
¿Vale la pena invertir?
Si has leído el bloque anterior, habrás descubierto que el destino de las criptomonedas no es el de la inversión. Su cometido inicial es reemplazar al dinero actual; no obstante, esto parece lejano, y cada vez se apuesta más por ellas como inversión a corto plazo.
Hay que tener en cuenta que las criptomonedas no están reguladas por nadie. Son el ejemplo perfecto del libre comercio total. Esto hace que se convierta en una inversión extremadamente volátil, su cometido inicial muchas veces ni siquiera interesa a sus inversores, que buscan ganancias mediante la compra-venta agresiva.
Hay quienes creen que el BitCoin, siendo la moneda más fuerte, será el sustituto del oro. Los defensores de las criptomonedas creen que el valor del oro es tan «ficticio» como el del BitCoin, por lo que para muchos será el referente de los precios en el futuro de las criptomonedas.
La inversión en criptomonedas está fuertemente debatida. Es cierto que mucha gente se ha enriquecido, pero también que es un tipo de inversión lleno de inversores inexpertos, por lo que las llamadas «ballenas» (grandes inversores) manipulan los mercados a su antojo.
Lo único que recomendamos es asumir que invertir en criptomonedas, hoy por hoy, es muy arriesgado. No se debería invertir esperando un retorno, ya que actualmente es pura especulación. Animamos a quien desee invertir pequeñas cantidades, casi como una apuesta, o a quien realmente crea que se convertirán en el futuro de las finanzas. Lo que no recomendamos en ningún caso es invertir nuestros ahorros en criptomonedas, ya que no es en absoluto una inversión segura, mucho más arriesgada que invertir en bolsa.
Cómo invertir en Criptomonedas
Para invertir en criptomonedas, primero tendremos que saber a qué invertimos. El Bitcoin es el más popular, pero también el más caro (sería como querer entrar en bolsa invirtiendo en Apple). Recomendamos investigar sobre los diferentes productos, ver cuál es su idea (hay criptomonedas con diferentes usos, desde pagar microcréditos hasta financiar software), e invertir si su idea nos convence o los analistas apuestan por ella.
Otro truco es revisar los historiales de subidas y bajadas de cada moneda. Aunque las criptodivisas son un mundo muy volátil, podemos intentar descubrir el patrón. Sea como sea, apuntarse hoy en día a las criptodivisas no es tan sencillo como al principio. Es poco probable que, como quien invirtió 1 euro en 2009 al Bitcoin, nos hagamos millonarios.
Una vez decidida la moneda en cuestión, tendremos que adquirirla. La manera más fácil es acudir a mercados online como Coinbase, donde tras darnos de alta accederemos a una «bolsa» donde comprar y vender a diferentes usuarios, Por supuesto, estos mercados online se quedan con una proporción, pero realizan el cambio de divisa automáticamente.
La otra opción requerirá más conocimientos informáticos y altas dosis de conocimientos de seguridad. Tendríamos que disponer de algún monedero, que son aplicaciones donde «guardamos» las monedas. Este modo más físico requiere que seamos cuidadosos, pues mientras que los mercados y monederos online guardan nuestras monedas en su nube y con sus garantías, si optamos por intercambios manuales, las monedas estarán «instaladas» en nuestro ordenador. Si perdemos esa información, perderemos las divisas.
Por supuesto que de esta manera tendremos que buscarnos nosotros a quienes vender o comprar monedas a través de diferentes medios (foros, redes sociales o la temida Deep Web), y si no somos unos expertos en criptomonedas, será difícil comprobar si somos víctimas de engaños o no.
Probablemente, si has acabado en este artículo, no seas ese experto. Por lo cual, recomendamos la seguridad que dan los mercados online de criptomonedas.
Criptomonedas más populares
A continuación, listamos las 5 criptomonedas más populares.
- Bitcoin: La más famosa y valorada. Es una inversión cara pero la más segura dentro del volátil mundo de las criptomonedas. Es el ejemplo de criptomoneda destinada a suplantar a la divisa común.
- Etherium: La segunda en el podio, es otra inversión popular, destinada a servir como plataforma de contratos inteligentes.
- Ripple XRP: Una moneda que aumentó su valor a velocidades vertiginosas, destinada a facilitar transacciones internacionales de monedas comunes.
- Litecoin: Rival directo del Bitcoin, sus defensores creen que su tecnología la hace más segura que la reina de las criptomonedas.
- IOTA: Una de las criptomonedas con más operaciones reales, está destinada a facilitar las transacciones a través de internet.
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