Freelance es una palabra que a muchos les sonará a chino o a alguna invención «moderna», pero el origen de esta palabra viene de lejos. Concretamente, se refiere a los lanceros mercenarios que, sin tener lealtad a un Señor, ofrecían sus servicios a los diferentes ejércitos en la era feudal. En pocas palabras, el autónomo de toda la vida. Pero hacerse freelance es más complejo que eso.
Freelance vs Autónomo
¿Significa esto que Freelance y Autónomo son lo mismo? Rotundamente no. Aunque son figuras bastante similares y en esencia, jefes de sí mismos, hay ligeras diferencias. Aunque muchos lo crean, una diferencia no es que el Freelance se dedique a las nuevas tecnologías y el Autónomo a servicios tradicionales (ya que un Diseñador Gráfico sería un Freelance, y un Taxista un autónomo).
Un ejemplo que los diferencia, un autónomo suele trabajar directamente para el usuario, un Freelance suele trabajar para empresas, nunca directamente para el cliente final. Otra diferencia es que los Freelance suelen tener unos horarios y jornadas determinados por sus colaboraciones mientras que los autónomos suelen tener un horario más fijo.
Es muy importante pues que antes de lanzarte a la aventura, sepas exactamente si te conviene ser Freelance o Autónomo. A pesar de que la primera figura no está regulada, y por lo general se te considerará un autónomo a efectos legales, puedes compaginar tu actividad Freelance con otro trabajo. En cambio, ser un autónomo te exige dedicarte enteramente a tu oficio.
Pasos para convertirse en Freelance
A continuación, te mostramos los principales pasos para convertirte en Freelance.
- Invierte: Parece un paso lógico, pero muchos pasan por alto este pequeño detalle. Puede que seas un dibujante o fotógrafo de éxito, pero si quieres ser un profesional, necesitarás equipo profesional. A partir de ahora tu pasión tendrá a otras personas como objetivo, que pagarán y por ello exigirán los más altos niveles de calidad en tus obras. Siempre que sepas que tendrás un beneficio, valora la posibilidad de pedir un préstamo personal que cubra tus necesidades. Pero tampoco te pases; piensa si realmente necesitas una oficina o puedes trabajar desde casa, o si necesitas equipo que no sabes si usarás.
- Hazte una red de clientes. Como Freelance, no vas a tener nadie que te consiga trabajo, por lo que tienes que saber hacerlo y que tu calidad hable por ti. Si estás recién salido de la carrera de periodismo, puede que tengas que hacer carrera como becario, o ganarte un nombre y experiencia. Piensa que vas a tener que pagar una cuota de autónomo, y si no tienes clientes suficientes, puede que acabes perdiendo dinero. Puede que tengas que compaginar un trabajo a media jornada con ir creando tu red de clientes en un principio, pero asegúrate que no pierdes dinero.
- Valora si Cooperativa o Autónomo. Sobre todo si estás empezando y prevés poco volumen de trabajo, o tu actividad Freelance es simplemente complementaria, puede que te interesen las Cooperativas Freelance, organizaciones a través de las cuales puedes emitir una factura sin darte de alta como autónomo. Obviamente, su negocio reside en cobrar un importe proporcional, pero sabes que nunca perderás dinero. No obstante, si te das de alta como autónomo, la cuota siempre será igual independientemente de tu volumen de facturación, por lo que saldrás ganando si esperas grandes beneficios. Además, ten en cuenta que si eres nuevo autónomo podrás disfrutar de la tarifa plana de 50€ durante hasta 24 meses, en lugar de los 283,3€ habituales.
- Alta en RETA e IAE. Si te has hecho autónomo, tendrás que darte de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), en Hacienda y en la Seguridad Social respectivamente.
- Presentar tus facturas. Como Autónomo o Freelance, es de obligado cumplimiento que cualquier actividad que realices venga acompañada de una factura con todos los conceptos desglosados, incluyendo el IVA. Siempre han de incluir tu nombre, domicilio fiscal y NIF. Recuerda que no solo debes presentar tus facturas a terceros, si no todas aquellas relacionadas con tu actividad, como puede ser el alquiler de equipos para realizar tus funciones, gastos de dietas, etc.
- Declaración Trimestral de IVA e IRPF. Este paso, uno de los más tediosos, garantizará que todas tus cuentas están en orden. Dependiendo de tu presupuesto, incluso podrías delegarlas a tu gestor.
¿Vale la pena hacerse Freelance?
Esta pregunta, por supuesto, no tiene una respuesta definitiva. Para muchos, la inestabilidad del Freelance, el papeleo que supone, y a veces la falta de desconexión entre lo que es el trabajo y la vida personal puede ser dura. Es una vida que no es para todos.
No obstante, para muchos, la libertad de ser tu propio jefe y trabajar a tu ritmo, por muy exigente que sea, es impagable. Además, muchas profesiones vocacionales, como es la fotografía, las artes o el periodismo, normalmente nos obligan a realizar este tipo de actividad laboral.
No es fácil ser Freelance, eso está claro. Pero no tener jefes puede ser un lujo.
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